La Huerta de Almería. Ubicación: C/ Corredera baja de san Pablo,47 – C/ San Millán, 2 – C/ Moratin, 25 – Madrid. Horario: de domingo a jueves de 8:30 a 0:00 y los fines de semana de 8:30 a 2:00 y los fines de semana.
A quienes, como yo, pasáis a menudo por la malasañera Corredera Baja de San Pablo en Madrid, seguramente os ha llamado la atención La Huerta de Almería, un coloridísimo establecimiento híbrido entre frutería, restaurante, café y establecimiento de comida rápida, que se ha convertido en uno de los templos del «Healthy Food» en la capi.
Y es que este local es todo un oasis para los sentidos, donde se entremezclan los dulces y delicados olores de las frutas, verduras, cafés… con la catarata de colores que se nos abre desde los estantes llenos de productos y desde el propio establecimiento, en que el sempiterno «verde bio» combina a la perfección con espartos y maderas para proclamar a los cuatro vientos las palabras que son sus señas de identidad: natural, orgánico, sostenible y saludable.
¿Qué es La Huerta de Almería?
Pero empecemos por el principio, que suele ser una buena costumbre 😉 La Huerta de Almería es una cadena de establecimientos (o al menos va camino de serlo, ya que cuenta con tres locales), creada por el empresario almeriense Mario Pérez Salmerón, un ferviente practicante de la vida sana, que ha querido compartir esta pasión con quienes, como él, adoran la alimentación saludable y equilibrada.
Cansado de consumir productos sin esencia, Mario acudió a su tierra y a su familia, que son agricultores, y pusieron en marcha un proyecto integral, en el que ellos cultivaban en sus propias tierras los productos al modo tradicional, de forma ecológica y sin pesticidas y Mario creaba un canal de venta para comercializarlas en Madrid.
Así surgió el primer La Huerta de Almería en Madrid, en la calle San Millán, en pleno barrio de La Latina, concebido como una ecotienda que vendiera productos naturales, directamente del productor al consumidor. Esta apuesta por los productos que no solo son sanos sino que son sabrosos (algo que se echa mucho en falta hoy día) caló hondo entre el público y poco a poco casi diría que se han visto obligados a ampliar el negocio.
Con el tiempo, estos establecimientos no solo crecieron en número sino que también lo hicieron en tamaño y más allá del espíritu de ecotienda que les sigue impregnando, cada vez más, están dando importancia al área de restauración, eso sí, sin traicionar sus señas de identidad, a través de menús y distintos productos tan saludables como deliciosos (ensaladas, bocadillos, zumos, tartas y ummm los «vasilados»).
En cuanto a sus productos, lo llamativo son sus coloridas frutas, verduras y hortalizas, pero también sus aceites, cafés, vinos y su variedad de productos ecológicos e incluso para dietas especiales. Venden al por menor, al por mayor, y también a restaurantes. Su lema es que «lo natural tiene recompensa», pero es que, además, gracias a la ausencia de intermediarios, «lo natural no tiene por qué ser caro».
Por otra parte, su apuesta por la sostenibilidad no solo se aplica al cultivo, sino que se hace extensiva a la venta (todo se entrega en tarros de cristal y bolsas de papel reutilizable gratuitas, y si el consumidor utiliza sus propios envases, hacen descuentos) y a la distribución (hacen entregas a domicilio…en bicicleta).
Pero en La Huerta de Almería no solo es agradable el QUÉ, sino también el CÓMO y el DÓNDE, porque los tres establecimientos son espacios donde prima no solo la salud y lo orgánico, sino también el bienestar. Están pensados para estar agusto y como en casa. De hecho, muchos de los elementos decorativos y de mobiliario han sido diseñados y construidos a mano por el propio Mario, las fotos que hay en las paredes son de su familia… Sin lugar a dudas es un «place to be«.
¿Qué tal se come en La Huerta de Almería?
Llegó la pregunta del millón. Todo muy bonito, muy verde, muy ecológico, pero… ¿Lo recomiendo para comer?
Ante todo, debo dejar claro al lector que esto es lo que es, una ecotienda que, adicionalmente, cuenta con una zona de mesas que puede ser utilizada para desayunar, tomar un café, comer… Es decir, que nadie se llame a engaño pensando que es un restaurante con camareros, manteles y demás parafernalia.
Con ello no quiero desvalorizarlo, sino todo lo contrario, poner en valor su apuesta por una comida tan rápida y sencilla como sabrosa y saludable. A la hora de comer, no hay menús de varios platos y gran elaboración, sino una selección de paninos y ensaladas (todos ellos deliciosos) que ellos llaman Combos.
En los primeros se puede elegir el tipo de pan (mollete gallego o de Antequera, tortita, pan integral con semillas o brioche) y en los ‘Bowls’ o ensaladas, la base: de quinoa, arroz integral, pasta integral, garbanzos, o tostas de maíz. Después solo hay que escoger el relleno o el acompañamiento, alguno de los batidos de fruta para beber… y disfrutar, por ejemplo, de una Hamburguesa de soja o un Taco mexicano con seitán con batido de frutos rojos y naranja.
Para dos personas, compartimos dos Combos uno compuesto por una ensalada de la huerta, con más de 20 ingredientes y el otro por un Panino mexicano tan sabroso como ligero. Para beber dos súper batidos sabrosísimos (en particular el mío, con plátano y frutos rojos estaba espectacular).
Mención aparte merecen los dulces y postres que son absolutamente espectaculares y pecaminosos. Si las tartas, de tres pisos y azotea, están de muerte, su creación especial, los «vasilados» ya juegan en otra liga.
¿Qué son los «Vasilados»?
Pues a modo perogrullada, diremos que son helados que se sirven en vaso 😉 pero… ¡Qué helados!
Por un lado están hechos ingredientes totalmente naturales, frutas que cogen de la propia tienda y sin ningún tipo de aditivo, colorante o conservante. Pero es que, además, ¡te lo hacen en directo! Mezclan los ingredientes con las bases y los hielan con nitrógeno líquido a -200º en un minuto delante de tus narices, algo que en sí mismo ya es un espectáculo.
Para la base puedes elegir entre leche de vaca, de soja, de avena, yogur griego o zumo de naranja. Como sabores tienes chocolate blanco o negro, mojito, cacahuete, té matcha o diferentes frutas como piña, mango, fresa o plátano…Y finalmente, como remate, los toppings: de fruta, crujientes (frutos secos o galletas) y deliciosas salsas para coronar.
El resultado es un helado cremoso y lleno de matices que enganchan e invitan a probar una combinación diferente cada vez…
La Huerta de Almería… Bueno, bonito y… ¿barato?
Pues sí, sin duda.
Ya os he dicho que en cuanto a servicios no es el Ritz, y en consecuencia los precios son bastante económicos: el precio medio es de 6’50 €. El precio de los ‘Bowls’ es de 8’50 € (mediano) y 10,50 € (grande); las tartas caseras están a 2,90€ y los Vasilados se hacen en tamaño de 400 ml que se puede servir en uno (4,90 €), dos (2,75 € cada uno), o tres vasos (2,75 € cada uno).
En fin, que si habitualmente teníais pocas excusas para dejar de cuidaros, desde que La Huerta de Almería llegó a Madrid, estas pocas se acabaron completamente 😉
¿Nos vemos por allí!